Evita el agua. Si se mojan, sécalos bien después.
Evita productos químicos (champús, cremas, perfumes, jabones...).
Límpialos una vez a la semana. Utiliza una gamuza suave para que no se acumule el polvo o suciedad.
Haz una limpieza semestral o anual con producto específico para la plata en un trapo seco. Sirve para la plata y la plata bañada en oro.
Guárdalas correctamente. La mejor forma es hacerlo en un joyero con compartimentos separados o en bolsitas individuales. El aire y el roce con otras piezas pueden provocar que se pierda el chapado o el bañado.
Por último, queremos señalar que el baño de oro en un pendiente es posible que no dure para siempre. La pérdida de color de la joya depende de muchos factores entre los que se encuentra el PH de la piel de cada persona, el nivel de sudoración o el uso de productos químicos. Por eso, es importante cuidar tus joyas adecuadamente.